Materiales:
· Hilo de algodón
· Dos botones
· Dos trozos de carrizo (o madera de la que prefieras)
Paso 1
Cortas dieciséis pedazos
de hilo (cuatro metros cada uno), lo doblas y amarras cada hilo en el trozo de
madera.
Paso 2
Empiezas a trabajar con el hilo de la derecha tomándolo como base y unes los demás hilos con un nudo, como muestra la imagen. Así te vas con cada hilo dejando uno en cada extremidad.
Paso 3
Le das la vuelta para que
se vea el tejido como cuadritos y empiezas a trabajar de lado (dos veces hacia
abajo), colocas los botones justo a la mitad (en el cuarto y quinto hilo de
cada lado).
Paso 4
Como trabajaste las cejas
empiezas a trabajar el cuerpo. (Dieciséis líneas de cada lado)
Paso 5
Amarras las puntas y colocas el carrizo pequeño, lo amarras dividiendo cuatro hilos en cada lado.
Recuerda que si tejes
apretado, la lechuza te quedara más pequeña.
Si tienes dudas o
comentarios puedes hacerlos al final del post.
El Búho y la Lechuza en algunas culturas son símbolos de sabiduría, protectores contra
la ignorancia y el oscurantismo, por lo que han adquirido las formas más
diversas como talismanes para guardar a las personas y sus hogares.
Tienen
una larga historia como símbolos sagrados, siendo de las pocas aves que
aparecen en pinturas rupestres.
En la Grecia clásica, la
lechuza era uno de los símbolos de Atenea, la diosa que se relacionaba
con la sabiduría y la inteligencia.
En Babilonia se usaban
amuletos en forma de lechuza para proteger a la mujer durante el parto.
En muchas culturas, el
viejo y sabio búho ha tenido una vinculación estrecha con todo lo que se halla iluminado
por el conocimiento. Ve la luz en la oscuridad, que es lo que hace la verdadera
sabiduría.
En
los cuentos las lechuzas (o los búhos) son el símbolo de sabiduría
oculta. Al igual que con el cuervo, los búhos y lechuzas traen señales
de cambio. Símbolo del paso de un estado de conocimiento a otro más alto, además
implican que se debe avanzar a un nuevo estado de conocimiento.
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